6 meses más tarde de Diciembre de 2001, el 26 de junio de 2002, el Estado Nacional y de la Provincia de Buenos Aires, acorralados por la crisis económica y las presiones de los poderosos, perpetraron un plan de represión para “aleccionarnos”.

Después de estar años en la calle peleando por sus derechos, el pueblo, ya estaba desbordando las burocracias institucionales y poniendo en Crisis nuevamente al sistema.

La represión en el Puente Pueyrredón y en toda la zona llegó hasta la Estación Avellaneda y ahí la Policía Bonaerense asesinó a Darío Santillán y Maximiliano Kosteki.

Hoy seguimos recordándolos porque, como una vez dijo Darío, “nosotros salimos a luchar por el trabajo, la dignidad y el cambio social”. Hacia allá estamos yendo todavía.