La guerra de Malvinas se inscribe como parte de los reclamos por memoria, verdad y justicia porque no puede disociarse de la dictadura militar que la produjo y de sus objetivos de construcción para consolidar un modelo de nación que provocó el exterminio de miles de personas.

Hay que pensar la guerra de Malvinas en el marco del régimen que la produjo, ya que ciertas memorias de la guerra buscan la legitimación de la dictadura. Consideran héroes a todos quienes participaron en ella, incluidos oficiales que actuaron directamente en la represión y fueron condenados por violaciones a los derechos humanos. Los mismos oficiales que llevaron adelante el terrorismo de Estado, condujeron la guerra y disciplinaron a los soldados con las mismas metodologías del horror: vejámenes, estaqueos, torturas, simulacros de fusilamiento, castigo físico y presión psicológica.

La guerra fue un intento de la dictadura de catalizar la bronca creciente de la población contra las juntas militares. Tuvo un sentido propagandístico, alimentado por los medios, para levantar la imagen del gobierno militar tocando una fibra sensible para la población como era la “cuestión Malvinas”, enfrentándose a Inglaterra y apelando al sentimiento antiimperialista de la población. No fue más que el apogeo de la construcción de un enemigo externo que contrarrestara el deterioro de la dictadura.
Es por eso que se vuelve imprescindible que la conmemoración del 2 de abril ponga en cuestión la idea de una identidad nacional, y así desarticular los discursos que hacen apología de la dictadura y que transforma en héroes a perpetradores de crímenes de lesa humanidad.

Con esto en mente queremos conmemorar y recordar a los soldados que consideramos fueron víctimas de un régimen fascista y genocida. Pero que también, por su accionar impulsados por una lógica acción de supervivencia, consideramos héroes. No en el sentido de la epopeya, sino más bien en el sentido de la definición práctica de personas ordinarias logrando cosas extraordinarias a través del valor, la solidaridad y el compañerismo.