🗓️ En agosto de 1907, cuando el Gobierno anunció un incremento del impuesto municipal que comenzaría a regir el año siguiente. Los dueños de los conventillos se apuraron a aumentar los alquileres sin esperar a que comenzase 1908. Al costo del alquiler se le sumaba el aumento de los productos de la canasta básica, como el pan y la carne. ¿Les suena? Ayer como hoy, el derecho a la vivienda propia era una utopía para las familias trabajadoras, cuyos escasos salarios se iban en gran parte en los elevados alquileres de las precarias piezas de los hacinados conventillos y casas de inquilinato. Con el aumento de los alquileres, la gente dijo BASTA: el conflicto estalló en el conventillo “El Cuatro Diques”, ubicado en la calle Ituzaingó al 255, 279 y 325 en el que vivían 132 familias, que se distribuían en habitaciones repartidas en cuatro patios.
🧹 Los vecinos se organizaron y no solo reclamaban que no se les aumentase el alquiler, sino una rebaja del 30%. Como la mayoría de los varones salían a trabajar, las cabecillas de esta protesta fueron las mujeres, que usaron las escobas como emblema: “Para barrer a los caseros”, “barrer la injusticia”, clamaban. Por eso esta huelga fue también conocida como “Huelga de las Escobas”. Una organizada mayoría de mujeres y niños salieron a manifestarse y por cada conventillo que pasaban invitaban a la gente a que se sumara. “Viva el hombre libre en el conventillo libre”, gritaban.
👥 Lo que en un comienzo no fue tomado del todo en serio, se transformó en un verdadero movimiento al que se sumaron más de 500 conventillos, muchos del interior, como fue el caso de Rosario, Bahía Blanca, La Plata y Mar del Plata y en el conurbano, Avellaneda, Lanús y Lomas de Zamora. Como el movimiento continuaba, se decidió reprimirlo. La tarea estuvo a cargo del jefe de la policía, coronel Ramón Falcón, quien había asumido el año anterior. Y contó con la ayuda del cuerpo de bomberos para reprimir y desalojar, a chorros de agua, a los inquilinos.
👉 La situación se agravó el 1 de octubre cuando, por una bala perdida, murió de un disparo en la cabeza Miguel Pepe, un quinceañero que trabajaba de baulero. A Miguelito lo mataron el 22 de octubre de 1907, “en las calles Perú y San Juan, durante un combate parcial entre un grupo de agentes y uno de obreros” de acuerdo al diario La Prensa, en el contexto del desalojo del inquilinato de San Juan 377, Las Catorce Provincias.
Desde el comienzo de la huelga que duró tres meses, llegaron a sumarse cerca de 2000 conventillos y más de 100.000 inquilinxs organizadxs se negaron colectivamente a pagar el alquiler.
🏘️ La Huelga de Inquilinxs de 1907 no solamente es un cuadro de época, sobre los conflictos urbanos y de clase derivados de la masiva inmigración y el hacinamiento de aquella época, sino que también nos interpela hoy donde el déficit habitacional y el acceso a la vivienda digna siguen siendo una deuda pendiente en una Argentina con más de 8 millones de inquilinxs.
⏱️ Transcurrieron 116 años, pero el problema de la vivienda y del abuso en los alquileres sigue sin resolverse, a pesar que el derecho a la vivienda digna está reconocido por la Declaración de Derechos Humanos (artículo 25), a la que nuestro país adhirió, y que es un derecho con rango constitucional.
❗❗ Hoy decimos: LA VIVIENDA ES UN DERECHO, NO UN NEGOCIO. NO A LA MODIFICACIÓN DE LA #LEYDEALQUILERES. NO ES FALTA DE OFERTA ES GOLPE DEL MERCADO INMOBILIARIO ¡La salida de la precariedad habitacional ES COLECTIVA!