El 9 de mayo de 2012 se aprobó en Argentina la ley de identidad de género, de avanzada en materia de Derechos Humanos.
A diez años de su sanción reivindicamos la organización del colectivo travesti-trans ya que gracias a su lucha hoy contamos con esta ley modelo a nivel mundial.
Sin embargo, aún existen grandes deudas en materia de plena inclusión social para el acceso a derechos básicos como salud, trabajo y educación, sobretodo en contexto de encierro. Esta dificultad, agravada tras la pandemia, es la realidad que viven muchísimxs compañerxs detenidxs.